Nos habló de cómo las empresas farmacéuticas son, de entre todas las transnacionales, las que más beneficio tienen. Y ello a a costa de convertir una persona sana en “preenferma” y a una persona enferma en “crónica”. Esto lo consigue controlando la investigación para no desarrollar medicamentos que curan, o para variar los parámetros a partir de los cuales se empieza a medicar, o para proponer medicar como manera de prevenir una enfermedad. Así se medicaliza cualquier proceso de la vida: el duelo, el déficit de atención…..
La riqueza de las 5 primeras empresas farmacéuticas por beneficios, equivale a todo el PIB de áfrica subsahariana
El poder de estas transnacionales existe porque los gobiernos lo han permitido: ¿Por qué no han emprendido políticas para impedir que las farmacéuticas hagan negocio con la salud de las personas?
Es necesario que se tomen medidas para que los lobbies de esta industria no sean los que determinen las políticas en materia de salud, acabar con el sistema de patentes o poner en valor las determinantes de salud, que son aquellos factores que más nos hacen enfermar (como no tener trabajo o vivienda, o la explotación) a los que menos recursos se destina.
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